BAUTISMO DE BUCEO

Hoy por fin abrí mi regalo y pude respirar bajo el agua!!!

El pasado año, mis vecinos, familiares y amigos entre otros, me hicieron un regalo en mi 40 cumpleaños consistente en un bautismo de buceo, pues después de mas de un año por diferentes motivos no hemos podido hacerlo hasta hoy, mas de un año esperando poder recibir mi regalo ha merecido la pena!

El escenario elegido por mi amigo Nicolas Bonilla, no puedo ser mas bonito en plena naturaleza lusa, él fue mi padrino de buceo, y líder de este proyecto-regalo, Nico, ya tenia experiencias previas de este nuevo mundo para mi.

El lugar elegido por el fue Tavira, concretamente en la escuela de buceo UDIVING.

Esta escuela, tiene una de sus delegaciones en Portugal en el hotel Vila Galé Albacora, en Quatro Águas 8800-901, y esta capitaneada por el señor Mateo Mendoza.

En realidad, nosotros hemos llegado a esta escuela de la mano de Angel Vazquez Mora, podéis visitar su página web, él es buceador autónomo y emprendedor, me dijo ayer una frase que me dejo pensativo, me dijo «Mi intención es jubilarme con el bañador puesto» cosa que la verdad creo que no desagrade a nadie, ojalá y se cumpla su sueño.

Este señor, tiene la categoría de instructor de buceo certificado por PADI. Él fue nuestro monitor y guía de nuestras inmersiones.

Angel Vazquez Mora, usa la escuela UDIVING, subcontratando los servicios logísticos de transporte y materiales de inmersión de esta para poder llevar a sus clientes a las aguas de Tavira.

El programa era casi un lujo, ya que nosotros dos iríamos con un monitor para hacer dos inmersiones y compartiríamos el barco con 6 buceadores experimentados que bucearían en dos sitios preciosos, con lo que nosotros tendríamos que esperar sus inmersiones y ellos a las nuestras, pero al final no fue del todo así.

Salimos de Huelva a las 07:15 am hora española, paramos a desayunar en un bar que conozco, bien situado un polígono industrial de Ayamonte, que regenta el amigo Agustin.

Llegamos al hotel portugués, a las 09:00 am hora española, habíamos quedado con el monitor sobre las 08:45 y pensábamos que llegábamos tarde, pero llegamos antes que el monitor, ya que este tuvo un problema con el coche y llego sobre las 09;30 am hora española..

Al llegar, nos llevó a la sede de la escuela UDIVING, en el hotel, donde nos dio una charleta teórica y practica básica muy interesante sobre algunas nociones básicas de seguridad, así como gestos y demás peculiaridades de este nuevo mundo para mi. Nos pusimos el traje de neopreno y nos enseño y explico las partes del equipo y su montaje.

En torno a las 11:00 am hora portuguesa, bajamos los equipos al pantalan y nos embarcamos en una semirigida neumática muy bien equipada. Salimos del embarcadero rumbo a nuestra primera inmersión, ésta la realizamos a una profundidad de unos 3 metros aproximadamente, la hicimos en el rompeolas de la bocana del puerto, justo al pasar de la boya de estribor, concretamente en estas coordenadas.

La visibilidad era muy mala por no decir nula y teníamos levante y mala mar con algo de mar de fondo, esto, provoco que alguno de los tripulantes lo pasasen regular con el mal de mar, provocando en estos vómitos y mareos.

Aún así, con estas malas condiciones, comencé a familiarizarme con el equipo y su manejo, así como el ajuste del mismo, las aletas las llevaba flojas, las pesas me llegaron a las rodillas y la botella la llevaba suelta, un desastre que me hizo aprender que hay que ajustar bien los equipos antes de la inmersión, la mascara creo que por mi bigote me hacia agua, pero aprendí a vaciarla de agua en el fondo y la vaciaba cada poco tiempo.

Estuvimos en el agua unos 25 minutos aproximadamente, pero con tan mala mar, no se veía nada, y además la fuerza del agua nos arrastraba a su merced, menos mal que Nicolas me agarro y me llevaba como un lazarillo, también aprendimos como ponernos y quitarnos el equipo en el agua, y lo mas importante, por primera vez respiré bajo el agua!!!

Volvimos a subir a la embarcación para navegar unas 3 millas rumbo este, llegamos a Pedra Do Barril, un antiguo acantilado, éste, se encuentra a una milla aproximadamente al sur de la costa de la Praia de Cabanas en el veril de los 15 metros de profundidad, este sería el lugar elegido por Mateo Mendoza para llevar a pasear al grupo de buceadores experimentados.

En este lugar, el grupo de buceadores experimentados, harían la primera de sus dos inmersiones, ésta sería de unos 45 minutos, que al final, ¡se convirtió en una hora! Es normal porque el tiempo en ese maravilloso mundo subacuatico pasa mucho mas lento que en la superficie, o al menos a mi dio esa impresión y se disfruta muchísimo de esos paisajes maravillosos. Ver vídeo del acantilado aqui.

Aprendí muchísimo de los experimentados compañeros, a los que preguntaba cosas sin parar, los vi salir a cada uno de ellos y cuando el barco estaba casi solo, Mateo Mendoza, le consulto a Angel Vazquez Mora, que aunque no fuese lo ideal para principiantes que si queríamos podíamos intentar hacer aquí nuestra segunda inmersión y así fue!

Fue maravilloso, al principio a los tres o cuatro metros me pitaban mucho los oídos y me dolía bastante, por lo que tras hacer el gesto del pulgar arriba a mi monitor, subí a la superficie, no era capaz de compensar y me impedía bajar, volví a intentarlo y fue otro intento fallido a los 5 metros tuve que volver a subir. Habia acabado la experiencia y el instructor nos indico que subiésemos al barco.

En el segundo intento, tiré la toalla y cuando volvíamos de vuelta al barco pensando que ya había acabado todo, en un ataque pena y rabia, le pedí un último intento a el monitor y a Nico, éste, una vez mas fue mi salvador, me dijo que lo hiciese mucho mas lento y se puso a mi lado para ayudarme en el descenso, y lo conseguí!! Pase esa barrera que me impedía hacerlo, a los tres o cuatro metros, pude compensar y desapareció el dolor. Pudimos bajar hasta los 11 metros, donde nos esperaba el otro planeta, el otro planeta azul lleno de vida.

Una experiencia espectacular, la temperatura del agua era muy buena, de 21 grados en superficie y de 18 en el fondo a unos 11m.

Estuvimos paseando unos 35 minutos sumergidos en este acantilado con un fondo de sedimento muy fino en algunas zonas y rocoso en otras, aunque la visibilidad no era muy buena, era mucho mejor que en la primera inmersión y para mi mas que suficiente, en el acantilado hay una gran variedad de especies vimos entre otros morenas, estrellas de mar, un gran pez luna, un banco de caballas, anémonas y una gran variedad de preciosos y delicados corales Dendrophylia.

Me daba miedo hacer daño al ecosistema marino y sufrí al llegar al fondo, ya que le tengo mucho respeto al mismo y como soy tan novato no controlo bien la flotabilidad por lo que estuve todo el tiempo toqueteando el llevado y vaciado del jacket por lo que estuve algo tenso hasta que conseguí controlar mas o menos la situación.

Buceamos en fila india y vi cosas maravillosas, era como estar dentro de un acuario.

Una de las veces que miré el manómetro, llegó el momento de hacer el gesto al monitor de que estaba en 100 bares, el instructor, a los pocos minutos de hacerlo, nos indicó que realizamos el ascenso poco a poco, yo marcaba el tiempo de estar abajo, ya que el manómetro mio que era el que mas oxigeno consumía, marcaba 80 bares de presión cuando comenzamos el ascenso hacia la superficie, a los 5 metros de profundidad paramos tres minutos para compensar, al llegar arriba tenia 65 bares.

Volvimos a embarcar al barco, yo estaba que no me lo creía! Loco de contento con unas sensaciones maravillosas. Con ganas de mas, de mucho mas.

Esperamos hasta que los compañeros acabaran sus inmersiones y volvimos a puerto, endulzamos el material y nos hicieron entrega de un «diploma» de superación del bautismo y un refrescante brebaje que gastan por tierras lusas, que la verdad me sentó fenomenal, acabamos sobre las 14:45 hora portuguesa y volvimos a casa.

De vuelta a Huelva, paramos a comer en un lugar llamado O´Beiral situado en Vila Nova de Cacela. Comimos muy bien y a un precio muy razonable. El buceo me dio mucha hambre y sed, que saciaron perfectamente en este restaurante.

Espero mas pronto que tarde hacer el primer curso de buceo que me permita poder bucear como los compañeros que estuvieron con nosotros.

Me gustaría agradecer a todos los que han hecho posible que haya descubierto este maravilloso mundo subacuatico, en especial a Nico y Ángel a los que por mala fortuna les entro el mal de mar a los 20 minutos de embarcar y lo pasaron regular.

Deja tu comentario de la entrada si lo deseas, espero que te animes a iniciarte en este mundo porque es maravilloso, yo ya conozco dos planetas ¿y tu?